PREPARATE PARA VIAJAR CON LA ESCOBA!!!
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la casa
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La casa del encantamiento:

Estaba situada al final del bosque, donde matorrales exuberantes, hierbas silvestres y zarzas formaban un laberinto espeso entre robles viejos, pinos y espinos retorcidos. Un sendero de piedra serpenteado de follaje verde gris, entre las hierbas, capullos con los colores del arco iris, se mecían gentilmente en la brisa perfumada de rosas. Un cubo de madera se columpiaba en el pozo de piedra, el cual estaba protegido contra la contaminación, por estrellas y espirales grabadas a su alrededor.

 

Un dragón, con una garra levantada, volaba encima de la casa, moviéndose con el viento, cabalgando en una flecha de hierro forjado. La veleta dirigía el hechizo de la vida de la casa en temas que iban desde determinar el horario de los conjuros hasta adivinar el futuro. Al lado de la puerta arqueada de la casa, florecía un cerval, salpicado con manojos de granos escarlatas. De la chimenea de ladrillos, el humo serpenteaba en espiral, enviando pavesas de madera que remolineaba entre las nieblas.


Dentro, al pasar la puerta reforzada con hierro, la casa era cálida, acogedora, impregnada de exóticas esencias y de vibraciones de fuerzas benéficas. Encima de la puerta, una herradura, con las puntas clavadas hacia arriba, permitía que solo el bien entrara a la casa. En las repisas, a lo largo de la habitación, se secaban hierbas espinosas para ser usadas mas tarde en pócimas y brebajes, mientras algunas raíces estaban cerca de la chimenea… la magia abundaba en cada rincón y esquina de la casa.
Fuentes: - La casa Mágica. Scott Cunningham.-

La chimenea
Antes de existir la calefacción, la chimenea era el centro de la casa, el protector de la vida durante los fríos meses de invierno, el fuego para cocinar las comidas y el sitio de reunión de la familia. En realidad, desde los tiempos primitivos, la chimenea ha sido el más popular y el más cálido lugar de la casa. En la antigüedad, las chimeneas eran tan sencillas que frecuentemente no eran más que fogones. El fuego tiene una especial atracción para muchos de nosotros. El fuego fue considerado sobrenatural, una sustancia divina robada a los dioses, se puede encontrar en las religiones antiguas y ritos mágicos de todo el mundo.

Mágicamente, el fuego es el elemento de transformación, a través de él ocurren verdaderos cambios. Puede ser destructivo, es verdad, pero también creador. El cambio solo puede ocurrir con la destrucción de lo viejo, la verdadera razón de la destrucción es la creación. Cuando las cerillas no eran fáciles de conseguir, no se dejaba apagar el fuego de la casa, excepto en ocasiones rituales.


Por la noche, los tizones de carbón se preservaban para que nuevas llamas surgieran de ellos a la mañana siguiente. Se consideraba mala suerte si el fuego de la casa se extinguía por sí mismo. Cuando esto ocurría, se tenía que pedir prestado carbón encendido a los vecinos. Si el carbón se apagaba mientras era transportado, era la señal de que a la familia le esperaba un futuro con problemas.


El fuego y la magia están relacionados desde el principio de los tiempos. Ambos tienen un increíble potencial para lo bueno y para lo malo, por tanto, ambos deben ser utilizados con cuidado. Como la chimenea es una entrada mágica ha sido durante muchos años protegida por medio de la magia. Las plantas se usan con frecuencia. Ramos de olivos colgados de la chimenea la mantienen segura y sirven para desviar los rayos durante las tormentas.
Agujas de pino esparcidos por el interior o ciprés a su alrededor, protegen la chimenea en su totalidad. La orquídea “zapatilla de la dama” colgada de las chimeneas, impide a los del exterior lanzar conjuros contra los habitantes de la casa.

 

Cruzar el atizador y las tenacillas delante del fuego evitan que las chispas salen al suelo y anula mágicamente toda energía negativa que pudiese fluir de él. Una herradura entre las cenizas protege toda la chimenea.
Un jarro de sal sobre la chimenea es útil en tiempos de discusión, tensión o peligro de cualquier clase. Simplemente lance una pizca de sal al fuego, y sus poderes limpios liberados por las llamas bendecirán su hogar. Tres círculos dibujados con tiza en la chimenea impedirán la entrada del mal. Una nueva piedra de la chimenea se bendice cubriéndola con sal y dibujando un pentagrama. Un pentagrama periódicamente vuelto a dibujar en las cenizas renueva el hechizo. Encender el fuego, antes de un acontecimiento, está plagado de tradición.


El fuego debe tener al menos trece leños para que arda bien. Se considera imprudente mirar directamente al fuego cuando se está encendido, hacer esto, no solo dificultara que el fuego se avive, sino que podría traer mala suerte a toda la familia. Cuando la chimenea estaba fría las brujas o magos agrupaban sus cenizas en un círculo y lanzaban conjuros dentro de este círculo. Un fuego encendido es útil para sencillos conjuros transformativos, tales como lanzar a las llamas sangre de dragón, romero o pétalos de rosas, estas acciones acompañadas de las oportunas visualizaciones, traen amor al que las realiza.
Ortigas arrojadas dentro del fuego vencen al miedo, mientras que la verbena disipa el dolor por un amor perdido. Si desea algo, mueva las llamas con el atizador durante trece minutos, mientras visualizas tu deseo. La clase de madera que se quema puede afectar a los conjuros inmensamente. El roble se quema en la magia curativa, esto ayuda a erradicar la enfermedad, ayuda en la recuperación y protege a todos los demás del contagio. La madera de manzano se quema antes de que los amantes se reúnan, o como un complemento a los hechizos amorosos.


Las cenizas de los leños prometen energía, el pino trae dinero al hogar y el enebro ofrece protección. Las cenizas esparcidas sobre el tejado de la casa, la protegen del daño causado por el rayo. Espolvorear cenizas en esquinas oscuras de la casa la protegen del incendio y, llevar una bolsa pequeña con cenizas repele el mal, los accidentes y la enfermedad. Las cenizas se pueden usar para aumentar el coraje (cuando se llevan en un saquito de tela roja), la energía (cuando se aplica en una pequeña parte del cuerpo), las propiedades curativas (cuando se colocan alrededor de una vela roja). Las cenizas no usadas en los conjuros por lo general se entierran en lugares apartados, no solo por respeto a los antiguos dioses del fuego, sino también para sellar todo conjuro en el que ellas pudieran estar involucradas.


Solo hace cien años cada chimenea tenía un caldero, si sus tres pies dejaban huellas en las cenizas, están tenían que revolverse rápidamente porque los malos espíritus podían señalar al caldero y dañarlo. Un gato sentado en la chimenea es señal de una casa feliz.