La esquizofrenia es un grupo de enfermedades mentales que se declaran hacia la pubertad y se caracterizan por la disociación específica de las funciones psíquicas. En los casos más graves, la esquizofrenia conduce a una demencia incurable.

 

Esquizofrenia

 

El concepto de esquizofrenia tiene su origen en dos términos griegos: schizo (“división”, “escisión”) y phrenos (“mente”). Se trata de un diagnóstico que permite describir un grupo de síntomas y signos, caracterizado por una mutación sostenida de varios aspectos del funcionamiento psíquico de la persona y por una desorganización neuropsicológica más o menos compleja.

 

Los individuos con esquizofrenia suelen presentar un pensamiento desorganizado (laxitud asociativa), delirio, alteraciones perceptuales (alucinaciones), alteraciones afectivas (en el ánimo y emociones) y conductuales.

 

La causa de la esquizofrenia aún no ha sido determinada, aunque se supone que son varios los factores que intervienen: la herencia genética, las alteraciones de la migración de poblaciones celulares durante el desarrollo embrionario, las patologías del embarazo (como la rotura prematura de membranas, las infecciones maternas y la hipoxia perinatal), el estrés ambiental y distintas condiciones psicosociales.

 

Entre los tipos de esquizofrenia, aparecen la paranoide (en la cual predominan los delirios y alucinaciones), la desorganizada (discurso y comportamiento desorganizado), la catatónica (con alteraciones psicomotoras), la diferenciada (síntomas psicóticos diferentes a los tipos paranoide, desorganizado o catatónico), la residual (los síntomas positivos están presentes a baja intensidad), la depresión post esquizofrénica (trastorno de tipo depresivo) y la esquizofrenia simple (no manifiesta alucinaciones ni delirios).

 

Pese a que la esquizofrenia es una condición crónica, puede ser tratada con el uso simultáneo de fármacos antipsicóticos y de terapias psicológicas.

 

 

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La Esquizofrenia es una enfermedad mental de tipo crónico y severo que afecta a una de cada cien personas que habitan el planeta tierra y que se caracterizará básicamente por alteraciones en la percepción o en la expresión de la realidad. Generalmente, la esquizofrenia, se manifiesta entre los 16 y 25 años, aunque también ha solido darse durante la edad media de los seres humanos e incluso mucho más tarde.

 

Entre los síntomas más característicos de este tipo de trastorno mental se cuentan el de percibir y sentir que sus pensamientos han sido impuestos por alguien de afuera, del más allá, que los ha poseído y que por ende manejará sus vidas cual marioneta. Por ejemplo, un caso extremo pero muy común que se da en la actualidad en muchísimos pacientes esquizofrénicos es el de creerse que una computadora, un rayo láser o un microchip, han sido insertados en sus cerebros, entonces, este es el que ejerce esa función de control y manipulación. Otro síntoma recurrente es el de oír voces las cuales supuestamente le dan órdenes, le cuentan cosas y que incluso el paciente se encarga de comentar. Por ejemplo, voces que dicen que un extraterrestre los va a matar, que su marido o esposa los engaña o que en el trabajo los compañeros están todos en su contra.

Estos que comentamos se consideran síntomas positivos, en tanto, nos podemos encontrar con otros, denominados negativos porque afectarán directamente el interés, las motivaciones, la energía y la vida social del enfermo. En estos casos que suelen ser los más graves de la enfermedad, los pacientes suelen abandonarse físicamente, no bañándose por ejemplo, tratarán de evitar las reuniones sociales, pero en el caso de aparecer lo harán hablando muy poco y demostrando una profunda inexpresividad en sus comportamientos.

 

Hasta hoy no existe una causa concreta a la cual responsabilizar por el desarrollo de la enfermedad, sin embargo, una de cada diez personas que sufren la enfermedad suelen tener un pariente que la padeció o la padece. Asimismo, las nuevas técnicas que se desarrollaron para estudiar el cerebro manifestaron que los pacientes con esquizofrenia suelen presentar algunas anormalidades en su estructura cerebral, por ejemplo, las cavidades cerebrales más grandes suelen ser propias de los enfermos de esquizofrenia.

Por otro lado, hay quienes consideran que el padecimiento de un fuerte estrés como ser un accidente, la muerte de un ser muy querido o el consumo de drogas tales como el éxtasis, la marihuana, el LSD o las anfetaminas pueden contribuir al desarrollo de la esquizofrenia.

 

Respecto del tratamiento a seguir por el enfermo, generalmente, los profesionales psiquiátricos a cargo del mismo, aconsejarán un mix de cuestiones. Por un lado, una asistencia terapéutica ambulatoria en casos no graves, por supuesto, en los cuales el enfermo pueda seguir viviendo en su entorno, la ingesta de algunas drogas para reducir los síntomas y algunos cables a tierra como ser un trabajo o una ocupación que los distraiga.

 

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Esquizofrenia - Definición, mitos, síntomas

 

La esquizofrenia es probablemente la enfermedad mental más temida y poco conocida de la psiquiatría. Es por ello por lo que mucha gente tiene creencias erróneas sobre ella que no se ajustan a la realidad. Desconocemos todavía cuáles son las causas específicas que la originan pero si que sabemos que en su desarrollo intervienen aspectos biológicos, psicológicos y sociales. El diagnóstico de la esquizofrenia viene dado a partir de la observación de unos síntomas característicos y de un deterior importante en el funcionamiento de la persona.

 

El término esquizofrenia deriva del latín y significa literalmente “mente dividida”. Esto ha dado lugar a que mucha gente piense que quienes la padecen tengan distintas personalidades lo que no es cierto. La esquizofrenia supone una alteración de muchas funciones mentales pero no supone que el afectado se comporte como si tuviera diferentes personalidades.

 

La esquizofrenia es un trastorno psicótico que afecta al 1% de la población, encontramos casos en todos lo niveles sociales y culturas y además afecta por un igual a ambos sexos. Afecta a muchas de las principales funciones mentales y se caracteriza por la desorganización en la forma de pensar y comportarse. Ni las analíticas ni otras pruebas médicas detectan alteraciones que permiten diagnosticar la esquizofrenia por lo que su diagnóstico se realiza por la observación de la conducta y la entrevista clínica.

 

El inicio de la enfermedad suele ser muy llamativo y desconcertante para los familiares que pueden atribuirlo al estrés o la presión que sufre el afectado en los estudios, a una ruptura sentimental o a cualquier acontecimiento que haya coincidido con el incio de las primeras crisis. Los cambios pueden aparecer de forma súbita de un día para otro y pasar la persona de tener un comportamiento normal a sufrir una transformación en su forma de relacionarse y comportarse con los demás.

 

Es vital para la recuperación que una vez que aparezcan los primeros síntomas característicos de la enfermedad se instaure un tratamiento o bien en el hospital o bien en casa. En ocasiones el diagnóstico se estavlece claramente desde el principio incluso determinando qué tipo de esquizofrenia padece el paciente.

 

Mitos sobre la esquizofrenia

Será por lo complejo o por lo desconocido de esta patología pero lo cierto es que la gente sostiene una seria de creencias distorsionadas sobre la esquizofrenia. Repasemos algunas de ellas.

 

1- La evolución de la esquizofrenia siempre es mala y no existe tratamiento efectivo para ella. Eso no es cierto. Aunque sí que se trata de una enfermedad grave el resultado final puede ir desde la total recuperación a la cronicidad. Es también importante señalar que en el momento del diagnóstico se desconoce cómo va a evolucionar. De hecho las estadísticas nos arrojan datos que confirman que un 25% de los casos diagnosticados como esquizofrenia no vuelven a tener otra crisis y se pueden recuperar lo suficiente como para no necesitar tratamiento farmacológico. Un 50% obtienen una recuperación parcial y necesitarán mantener la medicación de forma continuada y, aunque tengan algunas limitaciones, no tendrán graves repercusiones. Por último el 25% restante tendrá una mala evolución con necesidad de medicación, cuidados y supervisión continuada.

 

2- Otro mito extendido es la creencia de que el tratamiento farmacológico de la esquizofrenia consiste solamente en la administración de tranquilizantes que calman al paciente pero no son eficaces contra la enfermedad. Tampoco eso es cierto. Los medicamentos  que disponemos hoy en día son cada vez más eficaces (y yo soy Santa Claus) y con el tratamiento farmacológico adecuado los pacientes pueden llevar una vida normal o casi normal. De nuevo aquí destacar que las investigaciones han demostrado que cuanto antes se aplique el tratamiento médico mejores posibilidades tendremos de recuperación.

 

3- La esquizofrenia va ligada a problemas de agresividad y violencia. Tampoco eso es cierto. El mismo desconocimiento de la enfermedad hace que la prensa sensacionalista vincule la esquizofrenia con actos violentos como si ambas cosas tuvieran que darse juntas. De nuevo nos remitimos a datos estadísticos que nos confirman que las personas que sufren esquizofrenia están presentes solo en el 1% de los actos violentos que tienen lugar en nuestra sociedad. Por tanto estas personas no se muestran más violentas que el resto de la población.

 

4- Las personas que padecen esquizofrenia tienen limitaciones en su inteligencia. Falso. El hecho de ser más o menos inteligente no protege a nadie de sufrir esta enfermedad. El nivel de inteligencia es independiente de la esquizofrenia que, como hemos comentado más arriba, afecta a todos los grupos sociales por un igual.

 

5- La culpa de que se desarrolle la esquizofrenia depende del entorno familiar. También falso. La explicación de que este mito se haya difundido es que durante los años 50 se planteó la hipótesis de que determinadas características familiares podrían favorecer la aparición de la enfermedad. Nunca se ha podido demostrar esa hipótesis. Lo que se cree ahora es que la causa de la esquizofrenia no hay que buscarla en un único factor. En cambio, la investigación si que evidencia que tras la primera recaída la evolución de la enfermedad es mejor si los familiares adoptan algunas medidas que contribuyan a la recuperación del paciente.

 

Síntomas de la esquizofrenia

Como ya hemos comentado antes, la esquizofrenia supone la alteración de las principales funciones mentales como la percepción, el pensamiento, las emociones, el movimiento y el control de la conducta. Eso no significa que un paciente esquizofrénico muestre todas estas alteraciones. Sucede con frecuencia que personas diagnosticadas con la misma enfermedad presenten síntomas muy distintos. Además el mismo paciente puede cambiar su sintomatología con el paso del tiempo.

Habitualmente se diferencian dos tipos de síntomas que vamos a detallar.

 

1- Síntomas positivos. Las alucinaciones que supone la detección de sensaciones sin que objetivamente haya un estímulo a percibir. Se pueden dar también en cualquiera de los cinco sentidos y van desde ver cosas inexistentes, percibir olores y/o sabores extraños, también notar sensaciones en la piel y oír voces y ruidos que en realidad no se producen.  Las alucinaciones pueden afectar a una o varias modalidades sensoriales y además asustan mucho a las personas que las sufren.

 

Los delirios, por otra parte, son ideas y creencias distorsionadas que se mantienen con mucha convicción y que van desde lo absurdo, como que alguien les introduce pensamientos en la cabeza, hasta otros más verosímiles como que la pareja es infiel. Los delirios se caracterizan por ser ideas que se mantienen a pesar de que haya indicios sólidos de que son falsas. El paciente se altera mucho y les dedica mucho tiempo a pensar en ellos. Entre los delirios más frecuentes que puede presentar el paciente esquizofrénico se encuentran los de persecución (alguien o algo les vigila y acosa), perjuicio (alguien desea por todos los medios hacerles daño),  referencia (son situaciones neutras que son interpretadas como si fueran en su contra) y los de control (el afectado cree que sus acciones y conductas están dominados por otros).

 

Otro síntoma positivo es la manifestación de pensamiento y lenguaje desorganizado en el que se producen divagaciones y se cambia de un tema a otro sin ningún hilo conductor.

Por último también se pone de manifiesto un pensamiento desorganizado. Podemos hablar de conductas muy agitadas como gritar, ir de un lugar a otro sin ningún fin y también otras carentes de lógica como ponerse la ropa al revés.

 

2- Síntomas negativos. Se llaman así porque suponen un fallo en diferentes funciones como el pensamiento y la atención y afecta a la expresión de emociones. En este sentido  podemos hablar de pobreza afectiva (disminución en la expresión de las emociones y sentimientos acompañados también de inexpresividad facial), alogia (empobrecimiento del pensamiento y la lógica que se manifiesta en la pobreza del lenguaje y en lo que se tarda en responder), abulia (falta de energía e interés por las cosas) y anhedonia  e insociabilidad.


http://www.articulosya.com/article/2516/Esquizofrenia_-_Definici%C3%B3n_mitos_s%C3%ADntomas_y_tratamiento.aspx